Este fin de semana viví una experiencia intensa y transformadora: fui parte de la organización de AI Weekend Buenos Aires 2025, y también subí al escenario como speaker para compartir una mirada que me atraviesa hace tiempo.
Organizar un evento como este no es solo coordinar speakers, confirmar locaciones o armar una grilla. Es construir una comunidad. Desde el minuto cero nos propusimos que AI Weekend no fuera un evento más sobre inteligencia artificial, sino un espacio para bajar el hype, compartir herramientas reales y abrir conversaciones honestas sobre el impacto concreto de la IA en nuestros trabajos, nuestras empresas y nuestras decisiones.
En mi charla, titulada “¿Y esto cómo se cobra?”, hablé de uno de los grandes temas que nos atraviesa a quienes trabajamos en marketing, contenido o consultoría: cómo ponerle precio al valor que entregamos cuando usamos IA. No se trata de cobrar por el botón que apretamos, sino por la estrategia, la curaduría, las decisiones que tomamos y el impacto que generamos.
Compartí ejemplos reales de Flux One, reflexiones sobre cómo me costó cobrar cuando arrancaron las redes sociales, y cómo hoy el desafío no es técnico, es de percepción y narrativa. También hablé del error de muchas agencias de no educar a sus clientes, de subestimar el trabajo que implica integrar herramientas nuevas, y del riesgo de vender magia en lugar de criterio.
Más allá de mi charla, el mayor aprendizaje vino de estar rodeado de colegas que están atravesando los mismos dilemas: cómo integrar IA sin perder humanidad, cómo escalar sin automatizar todo, cómo seguir generando valor cuando todo parece reemplazable. Y ver el nivel de participación, de preguntas, de debate… fue emocionante.
Pero si algo me dejó el evento fue la energía y las ideas que surgieron del Hackatón de IA aplicada, que también ayudé a organizar. 28 equipos desarrollando soluciones reales para educación, salud, marketing, agro, etc. en apenas 36 horas. Sin humo, sin slides, solo herramientas, prototipos y criterio. Algunos proyectos nos dejaron con la boca abierta. IA aplicada, con propósito, con impacto. Eso es lo que necesitamos más que nunca.
Gracias a quienes llenaron la sala, a quienes me escribieron después para seguir la charla, y a todo el equipo que hizo posible este evento. Desde Influencia Digital seguiremos empujando para que esta conversación continúe, con pensamiento crítico, con pruebas reales y con una mirada estratégica de futuro.
Nos vemos en la próxima edición.
Bruno Bonafine